miércoles, 21 de julio de 2010

Concecuencias y Acuerdos Internacionales

CONSECUENCIAS

Ahora se acepta que las actividades de la humanidad están contribuyendo al calentamiento global del planeta, sobre todo por acumulación en la atmósfera de gases invernadero. Las repercusiones de este fenómeno probablemente se incrementarán en el futuro. Como ya se ha señalado, el calentamiento global es una característica natural de la Tierra.

Pero antes sus efectos se podían asimilar, porque los ecosistemas ‘emigraban’ desplazándose en latitud o altitud a medida que cambiaba el clima. Como ahora el ser humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los ecosistemas naturales o seminaturales no tienen ningún sitio al que emigrar.

La consecuencia más importante es el incremento global de la temperatura, estimado de 2°C a 6°C en los próximos 100 años. Un incremento de esta magnitud alteraría el clima en todo el mundo.

Algunos posibles efectos podrían ser la expansión de enfermedades infecciosas tropicales, el deshielo de la Antártica y el Ártico, las inundaciones costeras y de ciudades (por subida del nivel del mar o por tormentas más intensas, más incendios forestales por el incremento de calor, dando como consecuencia la erosión del suelo, la extinción de innumerables especies de plantas y animales, aumento de sequías con graves implicaciones para la productividad agrícola y para el desarrollo de la sociedad. Al alterarse factores climáticos como la temperatura, la superficie del agua, y la humedad pueden cambiar el hábitat de organismos como mosquitos, ratas y parásitos que ellos portan. Dando como consecuencia más enfermedades contagiosas entre la población y la expansión de las mismas a zonas donde antes no existían como resultado del incremento en la temperatura.

Un ejemplo de esto es la expansión del dengue en México a zonas que antes no habían sido afectadas y que debido al incremento de la temperatura, las poblaciones están sufriendo las consecuencias de la enfermedad. Por otra parte el cambio climático, resultado del calentamiento global, también afecta a los arrecifes coralinos y su ecosistema. Un informe del grupo ambientalista Greenpeace predice que la Gran Barrera de Coral de Australia morirá dentro de 30 años si no se adoptan medidas urgentes para contener los efectos del cambio climático, la contaminación y el turismo.

Investigaciones recientes indican que las temperaturas por encima de los 29º C perjudican a los corales y pueden intensificar las concentraciones de toxinas que provocan su decoloración y muerte.

ACUERDOS INTERNACIONALES

En mayo de 1992, 154 países (incluidos los de la Unión Europea) firmaron el Tratado de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. Los países se comprometieron a estabilizar, para el final de siglo, los niveles de las emisiones de dióxido de carbono en los valores de 1990. Los científicos participantes de la Conferencia Intergubernamental sobre el Cambio Climático, encargados de vigilar e investigar el fenómeno del calentamiento, advirtieron que con las propuestas de reducción aprobadas difícilmente se logrará evitar los posibles daños futuros que puede causar el cambio en el clima. La estabilización del nivel de las emisiones de dióxido de carbono va a requerir una considerable voluntad política.

El Consejo Mundial de la Energía afirma que para alcanzar la pretendida estabilización sería necesaria una reducción de al menos un 60% de las emisiones anuales de dióxido de carbono a partir de ahora.

Podemos concluir que el calentamiento global es un problema de tipo social, ya que las consecuencias que pueden llegar a generar en un futuro no muy lejano afectarían de manera irreversible. Este fenómeno genera por consiguiente un cambio climático global que puede afectar de manera drástica todos los ámbitos de la vida tal como los conocemos.

Las previsiones de los científicos sobre los efectos que tendrá el incremento de los gases invernadero en la atmósfera del planeta muestran un escenario difícil, que arduamente se puede concebir una sociedad humana que sobreviva en condiciones dignas. La amenaza del cambio climático no pertenece a un futuro posible sino que ya forma parte de nuestro presente, como lo demuestran las primeras manifestaciones evidentes de este fenómeno, como los deshielos en el Ártico y la Antártida. Para enfrentar el cambio climático, la humanidad debe demostrar que tiene la capacidad de lograr una respuesta global, acordada por todos los gobiernos, para cuidar la frágil estabilidad climática del planeta, por encima de los grandes intereses de las transnacionales petroleras, automotrices, petroquímicas y demás industrias conformadas alrededor del petróleo, el carbón y el gas.

No obstante este sector está luchando por evitar cualquier acuerdo internacional que ponga en peligro sus intereses, es decir, cualquier acuerdo que establezca reducciones obligatorias en la emisión de dióxido de carbono (CO2), el principal gas invernadero, y que pudiera significar una reducción significativa en el consumo de combustibles fósiles en las naciones desarrolladas.

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